Las joyas de plata suelen ser el complemento perfecto para muchas personas , pero si no les damos el cuidado y conservación adecuada pueden deteriorarse adoptando un aspecto ennegrecido, esto no quiere decir que la pieza no sea de plata de primera ley o que sea de mala calidad.
- Empapar un trapo en una mezcla de vinagre con bicarbonato de sodio o limón y limpiar tu joya cuidadosamente. Pero cuidado, este compuesto puede provocar vapores, mejor realizar la limpieza en un lugar ventilado.
- Cubrir un cuenco con papel de aluminio y verter agua caliente sobre el mismo para poder disolver sal o bicarbonato. Esta mezcla es efectiva especialmente para cepillar joyas como pendientes, cadenas y pulseras.
- Una alternativa al consejo anterior es dejar las joyas dentro del recipiente junto con trozos de aluminio. Éste actuará como un imán para extraer la suciedad.
- Aguarrás. Si frotamos la plata con un trapo o algodón que contenga unas gotas de aguarrás quedarán llenos de brillo. Es importante que se aclare con agua una vez limpios.
- Otra opción eficaz es utilizar pasta de dientes y frotarla por toda la pieza. Una vez hecho, se retira con agua y jabón y dejamos que se seque.
- Con un pequeño cepillo de dientes que no se utilice o un bastoncillo para los oídos y lavavajillas, se puede llegar a las partes más complicadas, como los grabados, para que no se rayen.
- Para proteger las prendas de planta cuando no las estamos usando es aconsejable guardarlas en bolsas de plástico que queden herméticas para evitar el contacto con el aire y la humedad.
- Evita que la plata entre en contacto con colonias, maquillaje o cremas que pueden restar brillo a los objetos de este metal.
- Si hacemos deporte es vital retirar las joyas de plata que se lleven puestas, el sudor es un elemento corrosivo que hace que las estropeará.
- Debemos evitar dejar la plata expuesta al sol o la luz artificial así como su contacto con productos de la limpieza como la lejía.